Por Nicolás Ferrera

Sentimiento latinoamericano

“Una de las cosas que perdimos en Caseros, fue la costumbre de escribir y pensar como latinoamericanos. Bolívar, San Martín, Artigas, Moreno, Monteagudo, Rosas, etc. todos escribían y opinaban como americanos. Después de la caída de Rosas eso se terminó: como semicolonias, los países perdieron ese sentido americano.”
John William Cooke

jueves, 9 de julio de 2009

Basta

Por Nicolás Ferrera

Y si, ya no se aguanta más; ya no se aguanta más tanta mentira junta, tanta complicidad apuntada, tanta mentalidad cerrada, tantos años tirados a la mierda, tanta injusticia, tanta incapacidad para reconocer los propios errores. Si, hoy dije basta, un 9 de julio de 2009, a tan solo un año de que Argentina cumpla 200 años como Nación.

Siento en lo más profundo de mi ser un sentimiento de enojo hacia la sociedad con la que me toca compartir, con los principales “lideres” que cuidan de nosotros, y lo digo específicamente por las decisiones que toman estas personas, encargadas de representarnos ,pero solo se identifican con los grandes grupos empresarios e intereses.

Todavía no puedo entender como un tipo tan detestable como Carlos Menem (por citar uno de tantos) esta libre, cuando en sus diez años de dictadura menemista otorgó esa maldita especie de indulto a los militares hijos de mil puta que arrasaron con nuestra libertad, con nuestros derechos y borraron de un plumazo todas las ideas de cambios y la juventud de un país que peleaba por ideales. Además de contar con un prontuario oscuro, como la causa AMIA, corrupción, venta de armas, privatizaciones y tantas otras cosas que perpetuó este personaje demoníaco de nuestra historia más reciente. El lugar de Menem es en la cárcel, no en un programa de televisión.

No puedo entender como el liberalismo volvió a ganar terreno en la política una vez más, y como la sociedad apoya esto de manera tan acrítica y pasiva; ¿como se le puede hacer el caldo gordo a De Narvaez, Macri, Reutemann, De Angellis y tantos otros personajes que vemos deambulando por los medios de comunicación, y que representan una política acabada, en crisis y donde se benefician unos pocos?. ¿Cuanto más vamos a aguantar? ¿Cuantas mentiras más vamos a tolerar de estos caraduras que usan los medios como caballito de batalla para sus mentiras?

Creo que es hora de replantear muchas cosas antes de los 200 años; en primer lugar nosotros mismos, y como pensamos un país en donde seamos participes y realmente tengamos las libertades necesarias para poder expresar nuestros ideales, que es lo que esta faltando. La mayoría de la sociedad toma como ciertas las cosas que vé, oye, lee, y esto no puede ser así; otra cuestión es el papel de los políticos, los representantes del pueblo (en teoría) y donde reside la responsabilidad de defendernos, y que dejen los intereses económicos de lado, aunque siento que pedir esto es mucho para tanta lacra junta. Los medios de comunicación es otra materia pendiente, BASTA DE MENTIRNOS EN LA CARA como si fuésemos pelotudos, no podemos tolerar una mentira más.

En lo personal, en muy poco tiempo voy a estar recibiéndome de periodista, y sinceramente no quiero ser así, no quiero ser un juguete de los grandes grupos, no quiero ser eso. Tampoco quiero ser una persona que acepte la injusticia con una carcajada, no necesitamos más idiotas. Si esta nota persigue algún fin es darnos cuenta de la incapacidad que tenemos para decidir sobre nosotros mismos, los políticos y los medios. Hoy no estoy levantando ninguna bandera, no estoy hablando en nombre de ninguna ideología, lo que estoy haciendo es reconocer que algo esta mal, y el principal responsable esta dentro tuyo.

domingo, 5 de julio de 2009

Solo en sueños (Domingos)

Por Nicolás Ferrera

Que distinto es un domingo a cualquier otro día de la semana. Su explicación aún no ha sido revelada, pero mayormente esta dada en la experiencia personal de cada uno.
Como características de mis domingos encuentro la del ocio extremo, al punto tal de dormir gran parte del día, y donde mi tarde dominical se transforma en una comunión de sueños reveladores.

Cada domingo sueño que mis objetivos se hacen realidad, y por un momento no soy contaminado con las penurias a las que nos enfrentamos cuando estamos despiertos. Solo en sueños puedo ver un mundo donde ningún chico pase frio y hambre en las calles; donde ningún adulto vea caer sus esperanzas como fichas de domino una tras otra; donde ningún animal sufra y sea explotado; donde la naturaleza no sea pisoteada por la maldad y la irresponsabilidad humana; donde la injusticia para pocos es justicia para todos.

Solo en sueños encuentro un universo infinito de posibilidades donde las personas podemos realizarnos completamente, sin religiones, colores, profesiones, idiomas, clases sociales y dinero que nos divida; donde cada cultura es respetada y unificada para trascender el tiempo y el espacio, inundando nuestras almas con la sensibilidad necesaria para alcanzar al mismísimo Dios.

Un paraíso que se asemeja con aquella América Latina que fue sembrada desde su origen por las colectividades indígenas, con valores fuertes como el respeto a la tierra, a la naturaleza, a los ancianos, a la sabiduría, a la cultura, a los elementos que el sol les brindaba para constituir siglos y siglos de magnificencia desparramada en cada rincón del continente.

Mi domingo llega a su fin, como este breve relato que comparto para entender el poder de los sueños y el anhelo de transformar, cada día un poquito más, el lugar donde pertenecemos para que se parezca a esos pensamientos inconscientes, donde solo allí somos como queremos ser. Sé que toca pasar una semana como todas las anteriores, pero en 7 días volveré a encontrarme con ese paraíso fantástico, al cual accedo solo en sueños.

Volver el tiempo atras

Por Nicolás Ferrera

A medida que crecemos, las cosas que hicimos en el pasado quedan enmarcadas en nuestro corazón y memoria como tesoros invalorables de nuestra propiedad, y que rara vez vuelven a nosotros como flashes inesperados cuando hacemos algo que nos remonta a ese preciado momento.

Constantemente resuenan en todos lados frases hechas y que, para los viajeros del pasado como nosotros, carecen de sentido: "tenes que progresar", "hay que seguir adelante", "dar vuelta la página", etc.; se presentan como verdades totales de lo que un ser humano tiene que hacer con su vida para no estar sumida en la miseria y en la inconformidad diaria.

Pero sabemos bien que nada se compara con el recuerdo revivido, a eso no hay con que darle. Por un instante pensemos en aquellos años en los que éramos libres de toda maldad, prejuicios, mezquindad, miseria, y veremos que nuestra actualidad es totalmente diferente: todo aquello que teniamos lo perdimos. Nuestros primeros años de vida, con la gente que hacia de esos momentos únicos verdaderas postales en movimiento, donde el tiempo nunca pasaba y éramos auténticos, lejos de la intoxicación con la que nos topamos cuando vamos creciendo, y perdiendo esas sensaciones que hacian de cada uno ese reflejo en el otro: mi amigo, mi hermano, mi sangre.

¿Pero porqué dejamos que pase eso? Puede ser por una incapacidad del individuo de hacer que ese momento de felicidad sea eterno, o solo porque cambiamos a medida que crecemos, y no podemos ir en contra de la naturaleza. Darnos cuenta que esos tiempos han quedado atras es querer volver a vivirlos, o simplemente pensar que tiempos mejores vendrán, aunque dentro nuestro sabemos que no es lo mismo.

Puede que me equivoque, o que solo sea un pasajero del tren del tiempo que se quedó sin rieles, pero de algo estoy seguro, y es que esos momentos que se repiten como imagenes sueltas en nuestra cabeza, deben volver a plasmarse en la actualidad. Que distinto seria todo si cada uno apostara a buscar en su pasado lo mejor de sí para el bien de todos y superar la barrera del odio que hace que este tren del tiempo no siga su camino marcado: el del recuerdo constante.

Detrás de la tormenta siempre está el sol

Este espacio literario es para todas aquellas personas que conciben al arte de escribir y comunicar sus sentimientos, deseos y expresiones como parte integral de su cotidianidad, entendiendo la vida como mucho más de lo que exponen los parametros tradicionales.

No nos conformamos con lo que tenemos ni con lo que se nos presenta frente a nuestros ojos como verdadero y único, sino que buscamos en nuestras propias capacidades un camino distinto, arriesgado, pero por sobre todas las cosas, independiente.

Sin duda alguna, la sencillez de las palabras y los textos son un territorio fértil para los amantes de la literatura, y de eso se trata: de regar el mundo, los continentes, los paises, las provincias y las ciudades con el sustento de nuestra existencia, que es la comunicacion y su variedad de formas en la que se presenta.

Sin más que decir, les doy la bienvenida a "Détras de la Tormenta" para que nos sambullamos en el mundo de la comunicación y salgan muchos "soles" que hagan cambiar la situación del lugar en donde estemos.